Si escuchamos la palabra descenso de barrancos la mente automáticamente nos traslada a los Pirineos; no porque solo existe este lugar para ello, ni mucho menos, sino porque toda actividad de aventura que se salga un poco de lo cotidiano o de lo alcanzable para todo el mundo, la mayoría la colocamos allí.

Y no es por nada, pero Pirineos nunca defrauda, ¡y para el descenso de barrancos tampoco!. Desde Pirineos Occidentales hasta Orientales nos encontramos con un buen puñado de valles y Parques Naturales, así como un Parque Nacional que a mí en particular me encanta: El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Los Pirineos ofrecen una variedad impresionante de opciones para el descenso de barrancos, gracias también a su amplia extensión geográfica, obviamente. Podemos encontrar barrancos de absolutamente de todos los niveles, pero sobre todo lo que tiene Pirineos en cuanto al barranquismo, es la verticalidad; si se quiere, poder encontrar la opción de barrancos con un buen desnivel desde la cabecera hasta el final del barranco, lo que supone un reto, un punto adrenalítico, rápeles, saltos y toboganes con gran verticalidad y unos paisajes desde la altura y con perspectiva, BRUTALES.


A continuación se citan los barranos más importantes de los Pirineos ordenados por valles, comenzando por el más occidental y terminando por el oriental.

  • Barranco Estribiella
  • Barranco Boca del Infierno
  • Barranco Siresa
  • Barranco Caldarés
  • Barranco Gorgol
  • Barranco Os Lucars
  • Barranco Furco
  • Barranco Las Gloces
  • Barranco Sorrosal
  • Barranco Ordiso
  • Barranco Lapazosa
  • Barranco Otal
  • Barranco Viandico

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